Discos
   
Electroálvarez
Nisenson Kabusacki Dawidowicz
Corcobado
Los Tigres del Norte
Calla
¿Todos somos Kabusacki?
Electroálvarez
Música para contestadores
(Ultrapop, 2003)
Una línea creativa que se perpetúa a través de tiempos y geografías: Sergio Álvarez, músico oculto detrás del nombre de este proyecto, forma parte de lo que se denomina la tercera generación de guitarristas nacionales en la línea del maestro Robert Fripp. Podría hablarse de una primera línea sucesoria mencionando a Fernando Kabusacki y Hernán Núñez, entre otros, y Álvarez aparece como un digno discípulo de cualquiera de ambos.
Miembro de la banda Panza - con la cual Electroálvarez no comparte casi nada musicalmente hablando - y compañero de ruidosas veladas improvisatorias del mencionado, multiforme e inquieto Kabusacki, Álvarez hace fácil lo que parece ser imposible por estas tierras: mezclar lo experimental con la partitura, lo improvisado con lo estrictamente pautado, el vuelo con lo cerebral.
Ocurre que tanto su destreza con el instrumento como su creatividad no son escasas, y mediante la simple fórmula de vincular fragmentos cortos - cuarenta y dos en total - el hombre construye un disco de una extraña belleza, muy particular y a la vez accesible a cualquier oído medianamente paciente.
La idea de entrelazar estas piezas via grabaciones de su propio contestador telefónico nos ubica, nos pone en situación y crea los climas necesarios para que la música fluya, desde lo curioso, lo triste, o lo simplemente reflejo y cotidiano: guitarras acústicas, eléctricas, un sinfín de pedales, efectos y ruidos derivados, son las herramientas con que nos entrega gemas como Idiota satisfecho, Guardapolvo o Amanecer, una trilogía de innegable belleza.
Música para contestadores dice ser, en la notas internas del disco, la tercera parte de un tríptico cuyas dos primeras piezas se encuentran aún inéditas. Una de ellas se titularía irónicamente (?) Todos somos Kabusacki. Esperemos que eso se cumpla, porque el primer paso está dado y es grande.
Mario Bozeglav
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Nisenson Kabusacki Dawidowicz
[Muzik] From the Red Hills of Nikada
(Los Años Luz Discos, 2002)
Hay una categoría abarcativa de diversos géneros musicales - y que implica la necesaria presencia de dos o más de ellos - y es la que llamaría, en lo personal, discos de viaje. Viajes largos, imaginarios, casi irrealizables. Sin hacer mención al turismo, ni al cosmopolitismo mal entendido, este debut del trío formado por Damián Nisenson (vientos), Fernando Kabusacki (guitarras, samplers) y Sergio Dawidowicz (batería, percusión) es el claro ejemplo de lo anterior. Para hacerlo más explícito pero sin que suene obvio, los trece tracks están ligados por el sonido de un tren al que se escucha arrancar, lanzarse y detenerse varias veces a lo largo de la casi hora de duración de la placa.
Los lugares que este tren imaginario podría llegar a tocar se funden y la vez algunos quedan claramente sugeridos: Oriente Medio - con varias paradas: Carne da mia perna y Hashishim entre otras -, el downtown neoyorquino de John Zorn y sus secuaces - 5 PM - cualquier salón de baile latinoamericano - Welcome To The Latin Ultrabeat Pt.II - y algunos que beben de varias fuentes, representados por el rockero Sisinono o el tan duro como admirable tema de cierre, Alegre funeral.
Demás está decir que la ejecución es perfecta, la química musical del trío funciona de maravillas, que tanto Nisenson como Dawidowicz son virtuosos, y que si quedaba alguna duda, Kabusacki deja en claro la importancia de su aporte sin recurrir a efectismos y contribuyendo sólo con las dosis justas.
Una edición para festejar de parte de un sello interesado en encontrar gente inquieta y que exceda los límites impuestos por los géneros. Absolutamente recomendable para quien se sienta tentado por este tipo de búsqueda.
Mario Bozeglav
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Corcobado
Fotografiando al corazón
(Dro/East West, 2003)
En 1983 un extraño grupo, absolutamente anómalo para la escena española de ese momento, en pleno auge de la movida madrileña, nace para desesctructurar tanto pop. Se trataba de 429 Engaños, el primer grupo de Javier Corcobado, un saxofonista (en aquel momento) y cantante, que llegaba para penetrar la musica rock española de por vida. Ante todo poeta, rescataba desde alli el terrorismo musical de los Residents, Suicide o 23 Skidoo, desajustado totalmente de lo que en España sucedía musicalmente. Hace veinte años de ese EP de solo tres canciones, veinte años de shows al borde del éxtasis, del bochorno, de la gloria y, como siempre pasa con este tipo de artistas, para poco publico. Luego de cinco años de silencio nos acerca un nuevo trabajo musical para aquellos que desde Corcobator, un extraño juego cercano a la electrónica, queríamos más.
Se trata de Fotografiando al corazón, un disco perfecto para quien no lo escuchó jamás y un indispendsable para el seguidor, ya que compila todos los trabajos de su carrera en formaciones como Demonios Tus Ojos ,Cría Cuervos y Los Chatarreros de Sangre y Cielo, además de sus discos solistas y la colaboración con Manta Ray (ex grupo de su amigo Nacho Vegas), aparte de ser su primer grabación desde México, donde reside en una especie de auto-exilio espiritual.
Encontramos samplers, guitarras acústicas, boleros, noise (rescatando al pedal overdrive), copla, desesperación, amor, enfermedad, y todo lo que se podía esperar de este español que, dicho sea de paso, algunos - quizás con demasiada simpleza - asocian con Nick Cave, aunque él se encarga de aclarar en todo caso que es un Alan Vega a la española.
Imposible no recomendar Secuestraré al amor, donde se quiere apoderar de una vez por todas de todo el romance del mundo, y Desnuda en el Pacífico, una oda a la mujer imposible que todos esperan. Tres joyas, tres covers hacen aún más fácil escuchar esta entrega: Poupée De Cire, Poupée De Son de Serge Gainsbourg, Negue, canción popularizada por María Bethania en 1978 en la cual lo escuchamos cantar en un digno portugués, y una perla emotiva para los rioplatenses: Ella ya me olvidó, yo la recuerdo ahora, de Leonardo Favio (el Ian Curtis de la canción melódica argentina).
Pese a todo, no es un disco fácil. Javier Corcobado no está domado ni mucho menos.
Es este un trabajo que nos hace esperar cuanto antes una continuidad musical, sin períodos tan amplios entre discos. Y que por fin visite la Argentina, donde a pesar de no estar editado tiene un público fiel y bandas que le rinden culto de manera evidente y respetuosa.
Fabián Jara
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Los Tigres del Norte
La Reina del Sur
(Fonovisa, 2002)
Estrenan Los Tigres del Norte el corrido más literario de su carrera: La Reina del Sur. Comprometidos con la cultura popular y las tradiciones de México, Los Tigres del Norte siempre han creído en la validez artística del corrido como reflejo musicalizado de una realidad posible.
El primer sencillo de su nuevo álbum, un corrido escrito por Teodoro Bello Jaimes, se basa en la novela del español Arturo Pérez Reverte, quién ha dedicado su más reciente obra maestra titulada La Reina del Sur a la cultura del corrido y a los pioneros Tigres del Norte.
El sencillo La Reina Del Sur hace alusión a una traficante mexicana nacida en Sinaloa, que inicia sus aventuras como la ingenua novia de un piloto de aviación que trabaja para un cártel de la droga. Amenazada de muerte, al huir hacia el sur de España, desarrolla allí una asombrosa capacidad organizativa para desenvolverse en el mundo de los contrabandistas de negocios ilícitos, relacionándose con diversas mafias europeas, hasta convertirse en una mujer poderosa, admirada y temida.
Los Tigres del Norte decidieron que el corrido y el álbum se llamasen La Reina Del Sur.
En esta forma el grupo demuestra estar a la vanguardia al unir su música con la riqueza cultural de la ficción literaria que pertenece a la cultura popular y las aventuras de sus protagonistas que se musicalizan sujetas al ritmo, al espacio y al tiempo, en un estilo muy mexicano.
Eduardo Barone
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Calla
Televise
(Arena, 2003)
Escuchar este tercer disco de Calla debería complacernos al menos en un sentido. El trío neoyorquino busca evitar un par de aparentes consignas que - admitámoslo - ya nos tienen hartos: la banda tiene que ser triste y el cantante, si lo hay, demostrar sufrir mucho.
Wayne Magruder (percusión, samplers), Sean Donovan (bajo, programación) y Aurelio Valle (guitarras, voces) eluden lo que desde la aparición de Radiohead parecen ser requisitos indispensables para todo indie, anteponiendo buenos argumentos. El tono general de álbum es melancólico sin llegar a la depresión, la voz de Valle es discreta y en ningún momento trata de hacer acrobacias -en parte por sus limitaciones-, y luego de una primera escucha el disco corre el riesgo de quedar abandonado sin más atención. Más allá de ser esto algo que no recomiendo en lo personal (la mayoría merece una segunda oportunidad), en el caso de Televise es indispensable tomarse el tiempo para apreciar la sutilieza y variedad de arreglos que subyacen bajo aparentes construcciones simples (Pete The Killer), inocentes baladas que se desplazan lentamente a terrenos más tortuosos (As Quick As It Comes/Carrera), o breves pero delicadas perlas ambient (Alacran). Si a esto le sumamos un par de canciones con la suficiente pegada como para ser potenciales hits en cualquier ranking (Monument y Televised) sin desentonar con el resto en cuanto a concepto, nos encontramos con una banda a la cual vale la pena seguir los pasos con atención.
Tan recomendables como este trabajo son los antecesores, en especial su segundo disco (Scavengers), grabado para Young God Records bajo la tutela de Michael Gira, el inquieto ex líder de los Swans.
Mario Bozeglav
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