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Con
la plata que tengo no me alcanza para... |
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Este
es un jueguito muy sencillo y divertido, que todos pueden
jugar desde sus casas y sin pestañear. Se trata
de hacer una lista de las cosas que ya no podemos adquirir
(ni tener acceso) por una mera cuestión financiera.
Ahí va mi lista. |
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Con la
plata que tengo no me alcanza para... |
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- Veranear.
Ya no en Miami, México, Brasil o Uruguay. No me
alcanza para Mar del Tuyú, digamos.
- No me alcanza para pagar un travesti decente
- Ni para comprarme algo de ropa. Las remeras más
nuevas que poseo están desteñidas con gotas
de lavandina, tengo una meada por la gata, otra con restos
de tuco rebelde y una cuarta que cuando me la pongo me
confunden con Minguito Tinguitella.
- No me alcanza para zapatos. Terminaré como Edith
Piaf.
- No me da para ir al cine. La última vez que fui
al cine había un señor haciendo sombras
en la pared.
- Ni para discos. Y pensar que aún tengo "Close
To The Edge" cerrado en vinilo. Ahora lo único
que tengo cerrado es el culo cuando me dicen el precio
de los CD´s.
- Para minas ni hablar. Intentaré hacerme gay.
¿Será más barato eso?
- Comprarle cuerdas a mi guitarra. Las que tiene parecen
alambre de colgar la ropa. No afinan ni de misericordia.
Pero las nuevas salen 25 mangos...
- No me alcanza para comprarme Gancia. Yo antes me compraba
un par de botellas de Gancia y soñaba que era Hugh
Heffner en pantuflas y pipa. Ahora en cambio...
- Para ir a un recital. Antes Deborah me conseguía
alguna que otra entrada. Ahora a gatas puedo ir a un recital
de Miguel de Caro (el plomo del saxo) y eso si es gratis
en Parque Lezama.
- Para cambiarle el aceite al auto. Por suerte compré
un botellón de aceite de soja, y alterno el carter
con las milanesas fritas.
- No me alcanza para nachos. Yo tengo el récord
de comer nachos acá en el país. Una vez
comí tantos nachos que se me reventó una
muela (pueden preguntarle a mi esposa). Pero ahora los
nachos posta, los mexicanos, cuestan más que un
crucero por las Bahamas.
- Comer pescado. Ni hablar. Por suerte vivo cerca de un
brazo del Rio Luján, y vuelta a vuelta nos vamos
a pescar algunos bagrecitos con la patrona.
- Comprar el diario. Yo solía comprarlo para envolver
las papas. Pero como ahora no puedo comprar diario no
puedo envolver las papas. De hecho tampoco puedo comprar
muchas papas. Por suerte soy amigo de Pappo. ¡Qué
papa!
- Para llenar el tanque de nafta del K. Una vez lo hice,
lo logre....¿te acordás exactamente cuándo
fue eso, querida?. No, nadie puede tener tanta memoria...
- No me alcanza para llevar a mis hijos a Sacoa. Antes
los llevaba al Simulador. Ahora simulo que los voy a llevar
y a las dos cuadras les compro unos chupetines y nos regresamos
pa´las casas.
- El gimnasio. Yo quisiera verme como Alfredo Rosso, pero
la verdad es que no puedo pagarme el gimnasio. Y por ende
me veo como Guillermo Blanc. Bueno, tal vez no tan tostado...
- Comprar leña. Resulta que tengo una chimenea
en el líving. No es gran cosa, pero rinde en invierno.
Pero al precio que se fue ahora la leña. Igual
el otro día llegué a casa y curiosamente,
la encontré encendida. A propósito...¿alguien
vió mi guitarra acústica?... |
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