Jueguitos
Con la plata que tengo no me alcanza para...
Este es un jueguito muy sencillo y divertido, que todos pueden jugar desde sus casas y sin pestañear. Se trata de hacer una lista de las cosas que ya no podemos adquirir (ni tener acceso) por una mera cuestión financiera. Ahí va mi lista.
por Eduardo Barone
Con la plata que tengo no me alcanza para...
 
- Veranear. Ya no en Miami, México, Brasil o Uruguay. No me alcanza para Mar del Tuyú, digamos.

- No me alcanza para pagar un travesti decente

- Ni para comprarme algo de ropa. Las remeras más nuevas que poseo están desteñidas con gotas de lavandina, tengo una meada por la gata, otra con restos de tuco rebelde y una cuarta que cuando me la pongo me confunden con Minguito Tinguitella.

- No me alcanza para zapatos. Terminaré como Edith Piaf.

- No me da para ir al cine. La última vez que fui al cine había un señor haciendo sombras en la pared.

- Ni para discos. Y pensar que aún tengo "Close To The Edge" cerrado en vinilo. Ahora lo único que tengo cerrado es el culo cuando me dicen el precio de los CD´s.

- Para minas ni hablar. Intentaré hacerme gay. ¿Será más barato eso?

- Comprarle cuerdas a mi guitarra. Las que tiene parecen alambre de colgar la ropa. No afinan ni de misericordia. Pero las nuevas salen 25 mangos...

- No me alcanza para comprarme Gancia. Yo antes me compraba un par de botellas de Gancia y soñaba que era Hugh Heffner en pantuflas y pipa. Ahora en cambio...

- Para ir a un recital. Antes Deborah me conseguía alguna que otra entrada. Ahora a gatas puedo ir a un recital de Miguel de Caro (el plomo del saxo) y eso si es gratis en Parque Lezama.

- Para cambiarle el aceite al auto. Por suerte compré un botellón de aceite de soja, y alterno el carter con las milanesas fritas.

- No me alcanza para nachos. Yo tengo el récord de comer nachos acá en el país. Una vez comí tantos nachos que se me reventó una muela (pueden preguntarle a mi esposa). Pero ahora los nachos posta, los mexicanos, cuestan más que un crucero por las Bahamas.

- Comer pescado. Ni hablar. Por suerte vivo cerca de un brazo del Rio Luján, y vuelta a vuelta nos vamos a pescar algunos bagrecitos con la patrona.

- Comprar el diario. Yo solía comprarlo para envolver las papas. Pero como ahora no puedo comprar diario no puedo envolver las papas. De hecho tampoco puedo comprar muchas papas. Por suerte soy amigo de Pappo. ¡Qué papa!

- Para llenar el tanque de nafta del K. Una vez lo hice, lo logre....¿te acordás exactamente cuándo fue eso, querida?. No, nadie puede tener tanta memoria...

- No me alcanza para llevar a mis hijos a Sacoa. Antes los llevaba al Simulador. Ahora simulo que los voy a llevar y a las dos cuadras les compro unos chupetines y nos regresamos pa´las casas.

- El gimnasio. Yo quisiera verme como Alfredo Rosso, pero la verdad es que no puedo pagarme el gimnasio. Y por ende me veo como Guillermo Blanc. Bueno, tal vez no tan tostado...

- Comprar leña. Resulta que tengo una chimenea en el líving. No es gran cosa, pero rinde en invierno. Pero al precio que se fue ahora la leña. Igual el otro día llegué a casa y curiosamente, la encontré encendida. A propósito...¿alguien vió mi guitarra acústica?...
< Inicio ^ Volver arriba