Vinos
Tres Cabernet Sauvignons de diez pesos
por Viviana del Rio
Está de moda. Todo el mundo habla de vinos. Cursos, degustaciones, promociones... entre sorbos y blablá resulta que ahora todos somos enófilos. No es para menos, si tenemos unos vinos bárbaros. Y por ahora también la suerte de no tener que pagar el precio internacional. Para el consumo interno los precios son razonables, y si comparamos vinos nacionales con vinos importados de similar calidad, realmente estamos pagando la cuarta parte de su valor. Pero con el auge sucedió lo inevitable:  desde las más sofisticadas vinotecas a los más proletarios supermercados, hay tantas marcas nuevas, vinos relanzados, etiquetas renovadas, que es imposible conocerlos a todos. Y además, desde el tetra hasta el más caro, hay una gama de precios también amplísima. El rompecabezas es ahora cómo encontrar las dos piezas de complemento perfecto:  la calidad con el precio. Y del vino que podemos pagar y consumir sin que el goce de beberlo nos infarte el bolsillo. Ahí está el dilema. Tampoco es cuestión de pasarse media hora en la góndola del tinto poniendo y sacando botellas del carrito -el que diga que no lo hizo, miente- en la eterna disquisición: ¿será vino, será kerosén, será bueno, regular, malo o peor? No pierdas tiempo: si tenés 10 mangos para gastar y tu paladar te pide un cabernet sauvignon hay un par de imperdibles, relativamente nuevos, de bodegas boutique:  el Atilio Avena Roble 2001 -no confundir, es el de etiqueta dorada-, y La Consulta de Finca La Celia. Estas dos bodegas mendocinas, que están obteniendo vinos de excelente calidad, exportan gran parte de su producción y colocan en el mercado local su mínimo excedente, así que no te duermas porque desaparece rápido de la venta, optá por la caja de seis con tranquilidad. Entre las bodegas más conocidas, está el cabernet sauvignon Graffigna Centenario de la cosecha 2001, superando las expectativas de calidad para los 11 pesos. Cuidado: en ese precio también vas a ver el Latitud 33 de bodegas Chandon. No te tientes, no lo vale. ¡Ah!, pero en realidad lo que tenés son ocho pesos para gastar... En la próxima te cuento qué podés comprar con eso (antes de que la "falta de inflación"  lo convierta en uno de 10).
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